miércoles, 13 de octubre de 2010

Eco y Narciso


Eco era una ninfa que por haber ofendido a uno de los dioses, estaba condenada a no poder hablar, excepto por la repetición de la última sílaba de todo lo que se le dijera. Algunas fuentes dicen que Hera (Juno) fue quien le impuso la maldición exasperada por su incesante parloteo; otras fuentes dicen que fue Pan, enojado por su empalagoso amor. Tuvo la mala suerte de enamorarse de Narciso, el hermoso hijo del dios del río Cefiso y de la ninfa Liríope. Sin embargo, como ella solo podía hacer eco de sus palabras, Narciso la ignoró y ella se desvaneció en una sombra. Pero el castigo aguardaba a Narciso: egoísta y despreciativo de todas sus admiradoras se enamoró de su propio reflejo en el estanque y así murió admirándose. Los dioses lo convirtieron en la flor homónima.

Javier García

2 comentarios:

  1. Javi, vale que os "inspiréis" los dos en las mismas fuentes (San Google nos lleva a todos por los mismos caminos), pero ¿no te parece muy fuerte copiar exactamente el mismo texto que ha copiado Sergio? Alguno de los dos podríais haber introducido alguna variación... en todo caso, Sergio lo copió primero. La originalidad no es vuestro fuerte.

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  2. Ups... Ni me fijé, ahora mismo lo cambio.

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